Reconozco que tras aquella primera vez que recorrí los preciosos parajes de la Sierra del Segura en la Ultra por etapas de la QTRS quedé prendado de la belleza de estos montes.
Una vez recuperado mi Aquiles de las secuelas del maratón de Sevilla, la cita con las montañas estaba claro que iba a ser en la "Vertical Trail La Sarga" que este año era Campeonato de Castilla La Mancha de Kilómetro Vertical y en la cual decidí inscribirme en las dos modalidades: el Vertical del sábado; y en el Trail del domingo que es la prueba donde me siento más cómodo.
En lo deportivo, solo decir que volví más que contento por poder competir de nuevo al más alto nivel, aunque mi cuarto puesto en las dos pruebas me dejó un más que agridulce sabor de boca. Sabía que la crono-escalada del kilómetro vertical tenía que correrla a tope puesto que al no ser mi especialidad, los grandes me acabarían "mojando" la oreja. Pero en el Trail del domingo las posibilidades estaban abiertas, solo había que ser listo y estudiar un poco a los rivales más directos. En la larga distancia es donde mejor me muevo a la hora de tomar decisiones según van pasando los kilómetros cuando el cansancio empieza a hacer mella. Finalmente, en esta última prueba, obtuve otro cuarto puesto como en el día anterior, que si lo hago mas aposta no me sale tan bien.
Al margen de la competición he de reconocer que la vuelta a estos preciosos lugares me cargaron las pilas a “tope power”, (como bien dice mi niña) por la inyección de buen rollo en la convivencia entre buenos y grandes amigos de las montañas. Con algunos de ellos volví a juntarme de nuevo después de algunos años sin vernos y con los nuevos he acabado forjando férreas y buenas amistades.
Es increíble como Moíses, ("Moi" para los amigos de la montaña junto a un equipo sensacional de gente) es capaz de hacer que uno se sienta especial corriendo en la montaña, además de tener la habilidad y el don de organizar un evento de la talla de los más grandes, donde pillar una inscripción con muchos meses de antelación y a coj.....de pato, cuesta un mundo.
Lo bueno de este sensacional equipo de trabajo es que hacen fácil lo díficil y son capaces de establecer como nadie, un hilo emocional increíble de bienestar, paz y convivencia entre todos aquellos corredores que llegan para vivir, aprender y compartir vivencias con, y en las montañas. En mi caso particular, ese vínculo tan especial quedó sellado en los días en que conviví junto a muchos otros corredores que aman las montañas en el “village” que Moi, (¡cómo no!) montó para llevar a cabo la QTRS del año 2013.
Lo bueno de este sensacional equipo de trabajo es que hacen fácil lo díficil y son capaces de establecer como nadie, un hilo emocional increíble de bienestar, paz y convivencia entre todos aquellos corredores que llegan para vivir, aprender y compartir vivencias con, y en las montañas. En mi caso particular, ese vínculo tan especial quedó sellado en los días en que conviví junto a muchos otros corredores que aman las montañas en el “village” que Moi, (¡cómo no!) montó para llevar a cabo la QTRS del año 2013.
Friedrich Schelling fue un gran filósofo de principios del XIX. Para Schelling la naturaleza goza de independencia y autonomía y tiene una infinita capacidad de rejuvenecimiento. Él pensaba que cuando una fuerza domina en un sentido siempre hay otra que, opuesta, contrarresta su sentido contribuyendo así al equilibrio.
Allí, en Villaverde de Guadalimar, Marisa y yo pudimos comprobar que gran pensador fue Schelling.
Ya sabes, si quieres ver algunas fotos solo tienes que hacer click en la imagen.
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