4 ago 2020

Momentos.

Hay momentos en la vida y una vida para cada momento. 

                       

Todo depende de la intensidad, la emoción, y el dolor o sufrimiento con que se vivan. Son accidentes. O mejor dicho, "predicables" lógicos de nuestra esencia como sujetos.

Hay momentos infinitos, eternos y maravillosos donde el tiempo se detiene y uno no quisiera que se acabaran nunca. Y existen otros que se dejan anhelar en el tiempo, se añejan como el buen vino e incrustan de predicados al instante perceptual. ¿Es el tiempo substancia o accidente? Amado Heidegger alúmbrame.......





Hay una vida para cada momento. Orto y ocaso, alfa y omega, principio y fin. Un momento que nace y crece, se desarrolla e incluso se reproduce en muchos otros. Pero muere, como cualquier ser vivo. La vida de cada instante, la vida de cada momento, es un regalo maravilloso en el que detenernos para observar callados su transitar, descubrir los pequeños detalles, asombrarnos de lo diminuto, de lo que acontece a diario y que se nos pasa desapercibido, para anhelar, bohemiamente, un  nuevo acontecer.

                       


Hay una vida en cada momento y hay momentos para cada vida.

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